Fragmento
«(…) toda relación amorosa se basa en una serie de compromisos que, sin escribirlos, los amantes establecen imprudentemente durante las primeras semanas de amor. Están todavía como en sueños, pero al mismo tiempo redactan como abogados implacables las cláusulas detalladas del contrato. ¡Oh amantes, sed cautelosos durante esos peligrosos primeros días! ¡Si le lleváis al otro el desayuno a la cama os veréis obligados a hacerlo siempre, a menos que queráis ser acusados de desamor y traición!
En las primeras semanas quedó decidido entre Karel y Marketa que Karel iba a ser infiel y que Marketa se resignaría a soportarlo pero en cambio Marketa tendría derecho a ser la mejor y Karel se sentiría culpable delante de ella. Nadie sabía mejor que Marketa lo triste que es ser el mejor. Era la mejor sólo porque no le quedaba otra posibilidad.»
Novela El libro de la risa y el olvido de Milan Kundera