fragmento
Propóngase metas
«Quisiera que imaginara usted una viga de acero de 30 cm de ancho por 30 cm de largo.
Supongamos que voy a subir esa viga hasta el piso cuarenta de un edificio de oficinas y hacer descansar uno de los extremos sobre otro edificio de cuarenta pisos, al otro lado de la calle.
Ésta es mi propuesta: si usted atraviesa caminando de un lado a otro, le doy cien dólares.
Si usted es como la mayoría de las personas, dirá: -¡olvídelo! ¿Atravesar por esa viga a cuarenta pisos de altura? Ni pensarlo. Podría perder el equilibrio y caer. Lo más probable es que así ocurra.
Ahora voy al otro edificio y sostengo sobre el vacío a su hija de doce semanas, y le digo a usted que, a menos que atraviese ya mismo por la viga, la dejaré caer.
Si usted es como la mayoría de las personas, cruzará. No solamente eso, pues seguramente lo hará con la mayor facilidad, sin esfuerzo, como si estuviera atravesando un puente.
¿Por qué reacciona de manera tan diferente? La tarea de atravesar la viga sigue siendo la misma.
Reaccionó de manera diferente porque su meta cambió.
La primera vez su meta era no caerse.
La segunda, salvar a su bebé.
La primera vez estaba preocupado de llegar al otro lado: cómo colocar los pies cómo guardar el equilibrio con los brazos, a qué velocidad caminar, la extensión de cada paso, como evitar caerse.
La segunda vez no pensó ninguna de esas cosas. Sólo pensó en salvar a su bebita, y su mente descubrió automáticamente cómo su cuerpo debía moverse para llegar al otro lado.»
¿Cómo generar ideas?
Jack Foster