Me daba mucho terror viajar en avión. Eso de estar en el aire adentro de un contenedor metálico me parece una pesadilla. Encima de padecer el miedo tenía que soportar la burla de la mayoría de las personas que se enteraban de mi miedo a volar. Se quedaban mirándome con los ojos muy abiertos cada vez que decía “odio volar” y ¡hasta cuestionaban la veracidad de mis palabras! Parece que por el mero hecho de viajar en avión se tilda en la mente de las personas la casilla del “le encanta volar.” No me gusta viajar en avión y no me convencen los datos estadísticos – eso de que es más seguro viajar en avión que en auto-. Odio volar en avión pero cuando pienso en recorrer el mundo, respiro hondo y le doy hacia adelante.
“Te atas el cinturón. El avión está aterrizando. Volar es lo contrario del viaje: atraviesas una discontinuidad del espacio, desapareces en el vacío, aceptas no estar en ningún lugar durante un tiempo que es también una especie de vacío en el tiempo; luego reapareces, en un lugar y en un momento sin relación con el dónde y el cuándo en que habías desaparecido. Mientras tanto, ¿qué haces? ¿Cómo ocupas esta ausencia tuya del mundo y del mundo de ti? Lees; no apartas los ojos del libro de un aeropuerto a otro, porque más allá de la página está el vacío, el anonimato de las escalas aéreas, del útero metálico que te contiene y te nutre, de la muchedumbre pasajera siempre distinta y siempre igual(…)“
Si una noche de invierno un viajero, Ítalo Calvino
Me daba pánico volar y muchas veces pensé en viajar medicada para estar más tranquila. Sin embargo nunca me animé porque la mayoría de las veces viajo sola y prioricé el estar lúcida para enfrentar todas las situaciones nuevas.
Lloré en muchísimos vuelos, sobre todo al despegar. Ya no lloro más. ¿Qué pasó? Creo que la respuesta es la complementariedad. En 2010 fui a Disney con mi hermano, yo tenía 30 años y él 15. Me di cuenta que le daba miedo volar y al ser la adulta responsable a cargo quedaba mal que estalle de angustia. Entonces, inconscientemente, actué de manera complementaria. Inspiré profundamente, contuve mi angustia y lo distraje para que no la pase mal.
Después hice dos viajes seguidos con amigas que lloraban más fuerte que yo y pese a estar lagrimeando me salieron fuerzas para consolarlas. Uno fue el viaje por el Sudeste Asiático donde tomamos nueve vuelos en tres semanas.
Me llevó varios años perder el miedo y sobertodo, creo que pasó, porque se dieron estas situaciones juntas donde tuve que forzarme a estar tranquila y lo simulé tan bien que hasta me lo creí.
Si no viajaste nunca en avión y te da miedo de solo pensarlo podés buscar más información sobre la experiencia, porque naturalmente nos da miedo aquello que no conocemos. Este es el procedimiento que vas a pasar en aeropuerto paso a paso. Y esto pasa en el avión.
Siiii!!! Recuerdo haberlos contactado y cuando me cotizaron el precio en dólares, sw me fue el miedo al instante.???
Uy, serán los mismos? Hace poco les pedí presupuesto y no era tanto. Igual ya lo supertaste, parecido a mí, o no?
beso,
Son los mismos. En ese momento te vendían «vuelo de bautismo» incluido en el precio, U$S 250, a MDQ o Pta del Este.?❤
Tu blog es increíble, muchas gracias por compartir
Nunca conocí a alguien que llorara por volar! a mí me gustan mucho los despegues y no siento no existir cuando estoy en vuelo. Mi miedo es por los accidentes, me muero de miedo durante las turbulencias. Sin embargo, me ayuda ver a gente tranquila durante el viaje, durante las turbulencias confío en que debo aguantar unos minutos y ya va a pasar, pienso en las miles de veces que millones de personas pasaron por esos instantes, inclusive yo misma…. la esperanza me apacigua el miedo!
No puedo viajar, me da terror ,e causa mucha tristeza no poder hacerlo y lo peor es que estoy contagiando ese miedo a mi hijo